viernes, 3 de diciembre de 2010

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La oscuridad y la espera tienen el mismo color.

Sentada en las sombras,como en un sillón,ya había tenido bastante de ambas como para tenerles miedo.Había aprendido demasiado bien y muy a su pesar que a veces la vista que no es un estado físico,sino mental.
Más allá de las cortinas,de los cristales y de las paredes,en la amarillenta ciudad de miles de luces y tubos de neón se encontraba todavía aquella locura incomprensible que llaman Nueva York,la ciudad que todos dicen detestar pero que todos continuan recorriendo obstinadamente solo para darse cuenta de cuánto la aman.Aunque con el terror a descubrir qué poco correspondidos son,Así descubren que son solo seres humanos,iguales a los que pueblan el resto del mundo;simples seres humanos que se niega a tener ojos para ver,oídos para oír y una voz que oponer a otras voces que siempre gritan con mas fuerza.

Sobre la mesita que se encontraba junto a la silla habia una beretta 92 SBM,una pistola con una empuñadura de dimensiones algo reducidas con respecto al tamaño habitual,fabricada especialmente para adaptarse al tamaño de una mano femenina...antes de apoyarla sobre la superficie del cristal introdujo con gesto decidido la bala en el cargador;el ruido del obturador reboto en el silencio con el sonido seco de un hueso que se rompe,poco a poco al adaptarse sus ojos pudo tener una clara percepcion del lugar en el que se encontraba a pesar de la oscuridad.Su mirada estaba fija en la pared de delante donde se adivinaba mas que se veía la mancha oscura que era la puerta,en una ocasión,en el colegio,aprendió que si se mira con intensidad una superficie de color cuando se aparta la vista queda en las pupilas una mancha luminosa del color complementario al que se acaba de mirar,ella imagino en las sombras su amarga sonrisa,los colores complementarios con aquellos que mezclados entre sí dan como resultado un gris sucio...eso no pasaba en la negrura,la oscuridad solo genera mas oscuridad.En ese momento,sin embargo la oscuridad no era el problema,cuando llegara la persona que ella estaba esperando llenaría de luz la habitacion,tampoco ese era el problema y tampoco su solución.

Después de recorrer un camino aparentemente interminable para matar o para no ser matados,después de un largo viaje en este túnel donde apenas unas rídiculas luces señalaban el camino dos personas estaban al fin a punto de salir al sol y eran las únicas que poseían esa condición mental que representa por sí sola: la palabra,el oído,la vista:la verdad

Una era ella,una mujer demasiado asustada como para saber que la poseía

La otra,por supuesto,era la persona que ella estaba esperando,ÉL,el asesino.