domingo, 10 de enero de 2010

15


subió las escaleras arrastrando los pies, el alma colgaba de su brazo derecho. respiraba con dificultad. se recostó. trataba de memorizar sus sueños, esos sueños suicidas que le lamían las venas abiertas. el corazón estaba por detenerse. las huidas dejan mal sabor de boca. cerró los párpados, sus ojos recorrían distancias, caricias. recorrían la esperanza muerta que se ocultaba en sus muslos voluptuosos. deseó ser una puta y tener un hombre sobre su vientre. deseó estar muerta y sentir a los gusanos roer los dedos de sus pies. por un instante recordó aquella voz, esa voz cuyo acento era distinto y ahora distante. miró insistentemente el teléfono, pero jamás sonó. la soledad sollozaba en la cocina. la bolsa plástica se adhería con suavidad a su rostro húmedo. la música terminó al ritmo de su respiración.



relax...no he perdido la cabeza