domingo, 10 de enero de 2010

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desperté abrí los ojos y todo estaba en su lugar. no más nubes rosas ni palabras cargadas de poesía. todo estaba claro, nítido. la carroza de ratones no era más que un dibujo en una vieja servilleta. las fotos no decían nada, sólo miradas y sonrisas sin trasfondo. erré la interpretación de las palabras y tergiversé los significados. fui un invento personal, una mentira inconsciente. desperté y no había sueños ni misterios. viví mi propia película de david lynch a la española. nunca sonó el teléfono rojo ni fui rubia natural. el amor no existe y creé a mi manera la ilusión shakespereana de un romeo que renunció a sus raíces para vivir el sueño americano. me creí mis mentiras, mis sueños… quise, como Emma Bovary, encontrar a mi príncipe azul… nunca ví que no existía, que todo era producto de mi mente trastornada y me tragué mi propio veneno… mi realidad artificial se acabó cuando abrí los ojos a la luz del día y desperté.