lunes, 1 de febrero de 2010

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El águila es el ave de mayor longevidad de la especie.
Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40 deberá tomar una seria y difícil decisión.A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico, largo y puntiagudo, se curva apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas. ¡Volar se hace tan difícil! Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un dolorosos proceso de renovación que dura 150 días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo, esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.Después de cinco meses, sale para el famoso vuelo de renovación, y para vivir 30 años más...

En nuestra vida, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación. Para continuar un vuelo de victoria debemos desprendernos de hechos, costumbres, tradiciones, y recuerdos que nos causan dolor. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae .